Queso navideño frente a omicron
Desde primavera de 2020 comenzamos a difundir el gráfico del queso, para visualizar las diferentes medidas que podemos aplicar para poder evitar contagios y reducir la transmisión de la COVID19. Ese gráfico se usó incluso por el Ministerio de Salud en junio de 2020 dentro del documento de recomendaciones y protocolo de actuación para las residencias de ancianos.
En ese momento aún no se había admitido que los aerosoles son prácticamente la única forma de transmisión del COVID19, y tampoco habían comenzado las vacunaciones (en los países en los que se está vacunando ya), por eso ahora el queso necesita ser actualizado:
- Las medidas (capas) relativas a la higiene constante de manos o la limpieza de superficies se ha demostrado que no son tan importantes
- Las vacunas entran ahora como una capa fundamental para prevenir la gravedad de la enfermedad y disminuir la transmisibilidad pero recordemos que NO nos inmunizan de contagiarnos y tampoco de contagiar.
En estas navidades, con los contagios por omicron a la cabeza, hay que recordar más que nunca, que necesitamos tener en cuenta las cuatro capas, que resumen todo lo que podemos hacer a nuestro alcance:
- Mascarilla bien ajustada, con protección FFP2 en interiores. El ajuste es fundamental, ya que en los pequeños huecos de la nariz o de los lados, podemos dejar entrar y salir hasta el 50% del aire y aerosoles con carga vírica (incluso puede usarse esparadrapo para ajustar en momentos puntuales) Es fundamental llevarla siempre en interiores y, en el caso de que estemos comiendo, ponernosla entre plato y plato y por supuesto tras la comida, más aún si estamos hablando (recordemos que expulsamos 10 veces más aerosoles al hablar y 50 veces más al cantar, con lo cual la probabilidad de contagio aumenta en esos momentos de celebraciones sin mascarilla).
- Ventilación cruzada y continua. Como nos recuerda Aireamos , no es suficiente con abrir un par de ventanas un rato, sino que se trata de “ventilación continua, cruzada, distribuida, y medida”. En el caso de lugares públicos, eventos, restaurantes o lugares concurridos deberíamos de estar acostumbrados a ver medidores de CO2, que en ningún caso sobrepasaran el límite de 700 ppm (idealmente deberían quedarse en 550 ppm) Pero en cambio, es tan raro verlos! Y por supuesto, siempre son mejores los exteriores!
- Reducir el contacto, ya sea manteniendo las distancias, reduciendo los aforos, manteniéndonos grupos pequeños, reduciendo el tiempo de las reuniones o las comidas, o haciendo cuarentenas voluntarias antes de vernos con grupos diferentes. Los tests de antígenos son este sentido son un buen mecanismo para medir cómo estamos justo antes de ir a una reunión, pero sabiendo que sólo nos dan información muy puntual. Aquí más información y referencias sobre los tests!
- Vacunas: es una buena capa para evitar la enfermedad grave y reducir la transmisión, pero es simplemente una capa más. De manera equivocada se ha utilizado la palabra “inmunización” o “inmunidad de rebaño” pero, al no ser vacunas esterilizantes, no evitan ni que nos contagiemos ni contagiar, por lo que no pueden usarse como única capa sin contemplar al resto. Si no estás vacunado, por el motivo que sea, tienes que reforzar sin duda las otras tres capas, disminuyendo contactos lo más que puedas, por tu propia salud.
Actuemos hoy para no colapsar los hospitales en enero
Como sabéis, este blog existe desde el primer día de confinamiento, en marzo de 2020, cuando aún apenas se sabía nada sobre este virus. Vemos con muchísima preocupación el avance de Omicron y la poca claridad con la que recordamos lo que nos puede evitar estar diez días en casa pasándolo mal (en el mejor de los casos) o transmitir el virus a alguien que acabará en la UCI.
En este gráfico que publicamos en otra entrada, podéis ver el aumento de fallemientos por acumulación que nos espera en enero, con el consecuente colapso de los hospitales que nos recuerda Guillermo Aldama en su hilo de twitter. La atención primaria ya está colapsada.
Nuestra preocupación aumenta también por las residencias de personas mayores. Ya hemos visto en otras olas que son la parte más sensible y que, a pesar de estar con pautas completas de vacunación, cuando ha entrado el virus a una residencia desde fuera, suele haber brotes al compartir espacios comunes y tener distancias muy cortas. Hay muy pocos centros con medidores de CO2 y el personal necesita elevar la voz continuamente, por lo que el ajuste de las FFP2 resulta imprescindible pero difícil de asegurar.
Por eso queríamos simplificar en este gráfico las cuatro medidas que sí que podemos tomar, sin esperar a que nadie nos la imponga.
Las comidas son el momento crucial para llevarlas a la práctica, ya que necesitamos quitarnos la mascarilla en algún momento, nos gusta hablar, mezclamos personas, las distancias son cortas y nos cuesta ponernos el abrigo para comer. Hagamos ese pequeño esfuerzo tan solo por un mes... ¡que ya casi estamos!
En una típica comida de navidad…
… podríamos seguir los siguientes pasos para disminuir probabilidades de contagio:
- Elegir zonas en el exterior y evitar interiores, separando comensales
- Si estamos en el interior: abrir las ventanas y garantizar que hay ventilación cruzada (corriente) no dejando ninguna esquina sin ventilación constante. ¡A abrigarnos bien!.
- Usar la mascarilla en todo momento, incluso cuando nos sentamos y aún no estamos comiendo. Solo nos la quitamos para comer
- Disminuir el volumen y no solapar conversaciones… aunque es una costumbre muy nuestra hablar fuerte y por encima de otros, si bajamos el volumen emitimos menos aerosoles y escuchamos mejor lo que nos quieren contar!
- Mantener la mayor distancia posible entre comensales
- Si se pudieran hacer un test de antígenos previamente a la comida, o disminuir los contactos y quedadas durante estas fechas, mejor que mejor!
Recomendamos también este artículo reciente de Aireamos para entender las probabilidades de contagio aplicando ventilación cruzada y mascarilla FFP2… Recordemos, con omicron reforzar medidas es imprescindible de manera individual; no basta con estar vacunados o haber pasado el virus.